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Origen-Historia

Origen de la Academia de Ciencias de Santiago del Estero

Crónica  informativa

Los académicos correspondientes de las diversas Academias Nacionales, residentes en Santiago del Estero, nos reunimos en varias ocasiones y llegamos a la conclusión de que, actuando aisladamente nuestra acción no tiene la relevancia que deseamos para servir al progreso de  nuestra provincia.

Por lo tanto, después de comprobar el nivel científico de nuestro medio hemos resuelto  crear la Academia de Ciencias de Santiago de  Estero. Los ocho académicos, ya consagrados  por las organizaciones centrales, asumimos la responsabilidad. Pensamos que, de este modo,  daremos de verdad, eficiencia a nuestra acción.

Iniciamos esta aventura, contando solamente con la  decisión que habíamos tomado, como único capital y reconociendo, al mismo tiempo, que encontraríamos dificultades e incomprensión. 

Hemos estudiado los caracteres de organización y las actividades que, a lo largo de la historia, adoptaron las academias, en Argentina y en diversos países del mundo, para actuar  con fundamento y bases sólidas,  Los estatutos de  las Academias existentes en nuestro país, que nos sirvieron como modelo.  

Aprobamos el Estatuto, sobre el que, la nueva organización, pueda  desarrollar su actuación. Constituido el núcleo central, consideramos la necesidad de  enriquecer a la nueva organización, incorporando a intelectuales destacados. Estudiamos minuciosamente la actuación de personalidades de nuestro medio. 

Pudimos comprobar que actúan en Santiago, un gran número de estudiosos de alto nivel, en diversas especialidades. Un problema difícil fue seleccionar solamente a veinte intelectuales, número que exige el Estatuto.  

Fueron designando en calidad de  académicos de número, destacados investigadores científicos e intelectuales de una amplia gama de especialidades, que  habían realizado importantes  acciones para el conocimiento de nuestra provincia  y promovido su progreso.  

 Tenemos la  ambición de reunir alrededor de esta Academia,  a todo el que  piense en el progreso de nuestro pueblo santiagueño. 

Consideramos que la Academia de Ciencias de Santiago del Estero,  ya organizada, habiendo dado  los lineamientos para su pleno desarrollo, puede anunciar su existencia, ante el pueblo de la provincia y ante sus autoridades. 

  Aspiramos representar un eficiente factor del conocimiento y vincularnos al universo  del saber, para colaborar en el progreso de nuestra provincia y extender la acción  a toda la región y a toda nación.

 

Méritos de Santiago del Estero

Podemos preguntarnos ¿Santiago del Estero, tiene méritos suficientes para  atreverse a poseer una Academia de Ciencias?.

Si analizamos fríamente, el estado en que se encuentra la provincia, si solamente se toma en cuenta el presente y hacemos abstracción del pasado, formularnos este interrogante, parece lógico. 

Con un pueblo empobrecido y decepcionado, con su estructura natural profundamente degradada, con su historia política  desprestigiada. Después del proceso histórico que padeció Santiago del Estero, durante todo el siglo XX,  no aparece como digna de  una Academia. 

Este es el espíritu que podemos observar actualmente en Santiago, Parece como una aventura ilógica, atreverse a crear una institución del mayor nivel. 

           Es, precisamente  esta situación lo que nos obliga a analizar lo que es y lo que representa en verdad Santiago del Estero.

Si observando lo que hicieron nuestros antepasados, que eran personas como hoy somos nosotros, la historia de nuestra ciudad y de nuestra provincia, representan un desafío.     

Podemos decir, con verdad: al fundarse Santiago del Estero, quedó, al mismo tiempo, fundada la Nación argentina.

Se constituyeron las naciones que ocupan los territorios al Sud de Matto Grosso, por acción de los santiagueños “de antes”, de aquellos que nos precedieron, Santiago fundó un país y algo más que un solo país. 

            Aquellos próceres, superando todo,  establecieron en esta ciudad, una base sólida, única que pudo persistir a lo largo de los tiempos.

             Ocuparon estos territorios absolutamente diferentes  a su patria de origen. Todo, para ellos, era distinto: las personas, el paisaje, las condiciones del clima, hasta su trato con las autoridades imperiales y virreinales. 

            Al vincular dos pueblos, crearon un nuevo tipo humano: el criollo. Por su origen híbrido, por el vigor típico de esta conjunción genética, fue capaz de hacer realidad las ideas de aquellos directivos excepcionales.

Las instituciones que fundaron nuestros antepasados, orientaron la evolución política, cultural, educacional, económica. La historia de nuestra ciudad y de nuestra provincia, representan un desafío. 

Asumiendo las esperanzas que puso la humanidad toda, al descubrir el Nuevo Mundo, las instituciones creadas en santiago, por santiagueños, deberían caracterizar a los pueblos del Nuevo Mundo.  

Pensando en aquellos grandes, que dieron fundamento a las creaciones que representan las glorias de Santiago del Estero, nos sentimos obligados a asumir la etapa que nos corresponde. 

Al analizar los procesos históricos que vivó nuestra Argentina, encontramos las razones que estimulan para reconocer, la jerarquía que le corresponde a Santiago del Estero. 

 Fundar esta Academia no significará una acción comparable a los sacrificios que ellos afrontaron, pero es una creación que dará fundamento a nuevas realizaciones. 

 

Los comienzos

La primera etapa  de nuestra historia, que abarcó un período de 257 años, se extiende desde el día 25 de julio de 1553, en que se estableció la primera población, hasta la independencia el 25 de mayo de 1810. Era la época colonial, la región estaba sometida a un dominio extraterritorial, 

 Santiago del Estero, amplió su área de dominio territorial, fundó núcleos de población, hacia distintos puntos cardinales. Tucumán, 80 Km. hacia el oeste; Córdoba 400 Km. hacia el sud.; Salta y Jujuy 500 km, hacia el norte; Catamarca y La Rioja 200 a 300 Km. hacia el oeste. 

Ejerció la autoridad política, trasmitió las bases jurídicas y las normas, que permitieron la persistencia  y el progreso a las nuevas poblaciones.  

La ciudad fundadora, organizó  las actividades necesarias para la formación de una nueva  estructura social y política. Del mismo modo se establecieron y consolidaron nuevas formas jurídicas y culturales. 

Cada zona, en su proceso de evolución, adoptó costumbres adecuadas a los caracteres del  medio en que actuaba. 

Desarrollaron formas culturales propias, de acuerdo a los caracteres del medio a las orientaciones del trabajo, en las costumbres alimentarias, al estilo del trato social. 

“La música del hablar”, que distingue, desde el punto de vista cultural, a cada gran ecosistema, es lo mas expresivo, permite caracterizar a las personas originarias de cada provincia argentina 

Crecieron, todas estas poblaciones constituyéndose en importantes centros políticos y económicos. 

Se estableció una región cuyo centro de actividades era Santiago del Estero. Por ser la única  verdaderamente organizada, se constituyó en la región básica de la evolución del país,. Tuvo por lo tanto gran  influencia en el desarrollo nacional, 

 La educación, en todos sus niveles, desde la escuela primaria hasta el nivel de educación universitaria, fue obra del obispo fray Fernando de Trejo y Obispo con sede en Santiago del Estero. 

Una sola universidad ilustró a los directivos durante todo el período colonial. 

La primera zona agrícola, creada con las semillas y los plantines, traídas por los conquistadores permitió subsistir a la ciudad fundadora y se constituyó en el fundamento del desarrollo agropecuario. 

Las provisiones traídas por los conquistadores, con el objeto de asegurar su nutrición, resultaron ser el fundamento de la economía de la colonia  y posteriormente, de  la economía nacional. Eran  semillas y plantines de especies del hemisferio norte. Con idéntico fin trajeron ganado vacuno, cabrío, y lanar y animales de trabajo: caballos y asnos.       

Iniciaron actividades agrícolas, artesanales e industriales, en escala familiar,  continuando, con las costumbres de España y de toda Europa, en aquellos tiempos..

 Crecieron las actividades económicas paralelamente al nivel de las necesidades del consumo. La economía, durante todo el período colonial, puede considerarse solamente de subsistencia. 

Los recursos biológicos traídos por los conquistadores, se adaptaron a  las diversas condiciones del medio ambiente del territorio nacional y originaron  las economías regionales. 

Resulta evidente que, desde Santiago del Estero se establecieron las instituciones fundamentales para constituir un país.

Las comunidades organizadas, adquirieron la conciencia de su significación, por su  triunfo sobre los invasores ingleses, en 1906 y 1907, lo que dio origen a la independencia. 

 

De 1810 a 1880

A partir de 1810, independizada la Nación, cada gran región ecológica, comprendió tener personalidad propia. 

Los caracteres culturales y económicos propios de cada gran región ecológica, dieron fundamento a las actuales provincias argentinas. 

Estimularon  las ambiciones de los lideres regionales, que podríamos considerarlos “caudillos ecológicos”.  

Las ciudades, centro de todas las actividades en cada región, se constituyeron en capitales. 

Aunque  todos deseaban  constituir un país, los caudillos aspiraban tener un cierto grado de independencia. Este dio origen a un estado de guerra interna, que se prolongó durante un largo período. Culminó esta situación con la derrota del caudillo más poderoso.   

En el año 1853 la Nación Argentina quedó definitivamente organizada. Se estableció la Constitución Nacional que es, desde entonces la norma principal  de la evolución pacífica de la Nación. 

La economía nacional mantuvo las características de la época colonial.

Creció el poder de Buenos Aires, consagrada como capital de la nación y de poseer el puerto que comunica al país, con el mundo comercial y diplomático. 

Durante todo ese periodo, Santiago del Estero mantenía su poder político en el centro del país y continuó siendo la principal provincia productora de alimentos.

Las provincias del litoral crecieron rápidamente por sus condiciones de ambiente favorables para las especies biológicas europeas, que sostenían la producción. 

Al iniciarse el siglo XX, Santiago del Estero era la tercera provincia en población, capacidad comercial y poder político. 

 

La generación del  `80

Desde las últimas décadas del siglo XIX, Argentina experimentó una transformación profunda, por acción de los presidentes de la Generación del 80; Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roca.

Impresionados por los avances que  pudieron observar en las naciones europeas, promovieron la vinculación de nuestro país, al comercio internacional.

Toda Europa sufría,  por las secuelas de la “Guerra del  70, una profunda crisis, al finalizar el siglo XIX. Necesitaban alimentos en gran cantidad. Argentina tenía  condiciones naturales para proveerlos, pero no tenía una estructura productiva adecuada. Aprovechando la situación, aquellos gobernantes dispusieron la realización de trascendentes medidas de gobierno, para ingresar en la economía mundial. 

              Para cumplir con ese objetivo su plan se concretó en trascendente acciones: conquista del desierto, política inmigratoria, producción y exportación de granos y carnes.

La “Conquista del Desierto, permitió incorporar a la producción a toda la Región Pampeana, La política inmigratoria introdujo millones de extranjeros, al país  con preferencia agricultores, la nueva “mano de obra”, incrementó la producción, ya tradicional desde la época de la conquista.

Como consecuencia de la nueva política, la situación de Santiago de  Estero, se modificó. La gigantesca producción pampeana lo desplazó como proveedor del área metropolitana.  

Las provincias del litoral experimentaron un rápido progreso, por la adaptación de las especies fundamentales en la economía, a las condiciones naturales de esa región y por la proximidad al puerto de Buenos Aires. 

            Superaron a Santiago del Estero por ser exportadoras de granos  y carnes. Al aumentar su poder económico, incrementaron su potencialidad política. 

El gobierno nacional decidió  vincular distintas regiones del país por medio del transporte ferroviario. Se descubrió que el quebracho colorado santiagueño, es ideal como durmiente ferroviario, por lo tanto se lo extrajo en grandes cantidades, sin conocer su verdadero valor económico y sin respetar  la armonía del medio ambiente, ni las consecuencias que acarrearía  la explotación. 

Los gobernantes santiagueños otorgaron “concesiones de bosques”, pensando que se aumentarían los ingresos  y “se daría trabajo al santiagueño”.

Para incrementar la producción de carnes, se racionalizó la ganadería.

 Las estancias alambraron sus campos y los dividieron para permitir  las diferentes etapas y organizar la producción. Todo se hizo mediante alambrados, sostenidos `por postes de quebracho colorado santiagueño.

La madera de quebracho colorado fue utilizada como leña, aprovechando su poder calórico. La leña reemplazó al carbón mineral, durante las guerras mundiales, en las calderas industriales y en las locomotoras, así como en la calefacción en las ciudades del litoral y al sud del país. 

La magnitud  de la extracción de productos forestales, modificó los parámetros del equilibrio natural en grandes extensiones del territorio provincial. Al disminuir la protección, produjo degradación de la armonía ecológica natural.

Los recursos económicos de la provincia progresivamente disminuyeron,, produciendo la pobreza del pueblo santiagueño, hasta límites extremos. 

Como consecuencia de ello  se produjo una emigración masiva, hacia  la capital federal y sus alrededores.  

Estas grandes migraciones se pueden explicar si se considera que: perdido el paisaje y bajo los efectos de la pobreza, a lo que se agrega el desamparo… con todas sus consecuencias, ya nada atrae al hombre en su terruño 

El progreso aparente de la nación, promovido por la generación del 80, creó un profundo proceso de decadencia en Santiago del Ester: degradación ecológica y en consecuencia  desequilibrio en los factores del medio físico y biológico.

Degradación social, con sus secuelas de debilitamiento de la estructura familiar, mala alimentación, enfermedades endémicas, deficiente educación primaria, semi analfabetismo.

Corresponde señalar la carencia de educación superior y en consecuencia  clase política incapaz, que gobernó sin conocer la provincia, con su secuela de intervenciones federales. 

Aquella ciudad que fundó la Nación Argentina, alcanzó niveles de decadencia incomprensibles e inaceptables. 

La necesidad de recuperar la personalidad perdida, era evidente. Santiago debía recuperarse por si mismo, por su propia personalidad. 

Por carecer de educación universitaria, durante un período, que abarcó varios siglos, se perdieron los talentos, atesorados en millones de jóvenes.

Era necesario recuperar la universidad perdida, se la recuperó.

Pero esa juventud ilustrada en ciencias y artes universales, necesitan  recuperar “el ser santiagueño”, para ser eficientes en su acción.

 Necesitan el apoyo  de aquellos que  mantuvieron sus ideales, a pesar de la soledad en que debieron actuar. 

La Academia de Ciencias de Santiago del Estero, al reunir en una organización, a los que se destacaron en las diversas orientaciones del pensamiento, tiene la misión de cumplir esa función, tan necesaria.

Si unimos la potencia, que representa la juventud altamente capacitada, en nuestras universidades, en unidad de con aquellos que,  aun actuando en soledad, mantuvieron los ideales  de progreso,  del pueblo de Santiago y se constituyen en la nueva Academia de Ciencias de Santiago del Estero,

Seremos capaces de orientarnos para  establecer el verdadero Santiago del Estero.- 

 

 

 

 

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