GACETILLA

Homenaje de la Academia de Ciencias y Artes de Santiago del Estero al Gral. Manuel Belgrano

El Gral. Manuel Belgrano y Santiago del Estero

Por Antonio V. Castiglione

 

Nota: Los párrafos que siguen son transcripciones o recortes de distintos libros, escritos por el Dr. Antonio V. Castiglione, presidente del Instituto Belgraniano de La Banda, Santiago del Estero, Argentina, en los que hace expresa referencia a la vinculación del “Padre de la Patria”, con dicha provincia argentina.

 

La escuela de Belgrano

En noviembre de 1812, Santiago del estero tuvo la suerte de que viniera destinado el fraile dominico Juan Grande. En octubre de 1813, el Teniente de Gobernador Mariano Sarassa, recibió la orden directa de Manuel Belgrano de abrir la escuela que él había donado a nuestra ciudad, orden que comunicó de inmediato al Cabildo. Pero las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma retardaron la puesta en funcionamiento.

                El 5 de septiembre de 1822, el Cabildo tomó la decisión de cumplir con la creación de esa escuela, estableciendo su funcionamiento en una pieza del Convento de Santo Domingo, bajo la dirección del maestro don Pío Cabezón. El 3 de julio de 1823, debido a que el maestro Pío Cabezón no podía encargarse de la escuela por razones de salud, nombró a fray Juan Grande con la asignación  de cien pesos anuales. Fray Juan Grande ya atendía la escuela del Convento de Santo Domingo.  

                Fue así como se puso en marcha la escuela de Belgrano, que funcionó justo al lado del convento, en lo que es actualmente la calle Urquiza.  

                Esta es la famosa escuela sobre la cual tanto se ha escrito. Lo más reciente que hemos leído es que el senador nacional Omar Vaquir pidió se sancionara una ley y se construyera una escuela, ya que jamás se había creado la que donara el Gral. Manuel Belgrano. La ley se sancionó y la escuela fue construida en Loreto.

Nuestras investigaciones nos llevaron hasta la nota del Cabildo, de fecha 3/7/1823, firmada por Sebastián de Palacio y Pedro J. Alcorta, en la que, dirigida a fray Juan, le decían: “En recompensa de su servicio de maestro de escuela de la juventud de esta provincia, ha dispuesto esta corporación, asignarle de los fondos existentes en la de Buenos Aires de la escuela dotada por el Exmo. Sr. Cap. Gral. D. M. Belgrano, cien pesos anuales los que desde esta fecha deberá contar para recaudarlos; a su tpo. Y cuya recaudación la hará con libramiento de este Cabildo  contra el apoderado D. Félix I. Frías: que ponemos en noticia de V.P. para su inteligencia. Dios Guarde a V.P., Sala Capitular de Sgo., Julio 3 de 1823”.

Una antigua tradición decía que en la vieja Escuela Normal, luego Escuela de Comercio (en las décadas 1950/80), luego Escuela de Música (2009), sita en calle 24 de Septiembre nº 150, esa aula que está allí era la que se construyó con los fondos que legara Belgrano. Gargaro dice que no es así y que debe rectificársela: enseña que el 9 de noviembre de 1859 se creó por decreto del gobernador Borges la escuela para niñas “9 de Julio”. En 1872, el gobierno provincial, contando con recursos nacionales, creó una Escuela Superior de Niñas “9 de Julio”, que más tarde -en 1875- cambió de nombre por “Colegio de Belgrano”. Sobre la base de esa escuela, durante la presidencia de Nicolás Avellaneda, el 25 de agosto de 1880 se creó la “Escuela Normal de Maestras”, y en 1920 se le agregó el nombre de “Manuel Belgrano”. Termina Gargaro diciendo que “no existe motivo de ninguna naturaleza para determinar que la escuela dotada por él, con un funcionamiento irregular, fuera en el correr del tiempo y de cierta evolución, la actual Escuela Normal “M. Belgrano”.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Sgo. del Estero (1810/2010)”, 2010, págs. 12/13). 

 

 

Belgrano y San Martín en Santiago del Estero, el 25 de mayo de 1814

El día de los dos “Padres de la Patria” en la provincia: el 25 de mayo de 1814 se dio una especial circunstancia: tanto Belgrano y San Martín, estaban en nuestra provincia, y curiosamente ambos con la salud resentida. Belgrano se encontraba en Loreto, en la estancia de sus abuelos Islas, mientras que San Martín, nuevo jefe del Ejército del Norte, hospedado en la casa de Pedro Carol, sito en calle 25 de Mayo esq. 9 de Julio. Él era pariente lejano de Belgrano.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Santiago del Estero (1810/2010)”, 2010, pág. 18). 

 

La estancia “El Yugo”, de los abuelos de Belgrano

A dos kilómetros del pueblo de Loreto, quedaba la estancia “El Yugo”, residencia de la familia González Islas, abuelos maternos del Gral. Manuel Belgrano. Este militar abogado pasaba allí sus tiempos de descanso y le gustaba salir de caza.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Santiago del Estero (1810/2010)”, págs. 26/27).

 

Belgrano designa a Ibarra como comandante de del fortín de Abipones

El 30 de agosto de 1817 el Gral. Belgrano le confirió el grado de Capitán, y designó como comandante general de la frontera de Santiago del Estero, a Juan Felipe Ibarra, con base en el fortín  de Abipones, y desde este fuerte, en el año 1820, subió a Santiago y desalojó a los tucumanos del mando de la provincia.

Belgrano le tenía a Ibarra cierto reconocimiento por su constancia y valor, y le encargó la instrucción de 200 reclutas santiagueños. Le llamaba familiarmente “saladino Ibarrita”.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Santiago del Estero (1810/2010)”, pág. 28). 

 

Tránsito por el Camino Real, por Santiago del Estero

Todos los que desde Buenos Aires y Córdoba viajaban hacia el Norte, transitaban inexorablemente por ese camino, ya que era el nexo con Córdoba. Entre los que viajaron por este camino estuvieron, por ejemplo, el Virrey Nicolás Arredondo (1789), María Antonia de la Paz y Figueroa (Mama Antula, 1776),  el Gral. Manuel Belgrano, Balcarce, Castelli, Chiclana, Ortiz de Ocampo, Vieytes, Rondeau, Dorrego, Paz, Paso, Iramaín, Borges, Ibarra, etc.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Santiago del Estero (1810/2010)”, pág. 29). 

 

De cuando sofoca la sublevación de Borges

El 10/12/1816, Belgrano envió a Aráoz de La Madrid con tropas del Ejército del Norte para sofocar el movimiento autonomista de Sgo. del Estero, derrotando a Borges, en la localidad de Pitambalá  y disponiendo se lo fusilara el 1º de enero.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Santiago del Estero (1810/2010)”, pág. 37). 

 

Belgrano sanciona a Güemes y lo envía a Buenos Aires

El 10 de noviembre de 1812, el Gral. Belgrano sancionó al TCnel. Güemes por inconducta y le ordenó que viajara inmediatamente a Bs. As. para comparecer ante el Superior Gobierno; y que Juana Inguanzo se reintegrara con su esposo, el teniente Mella.

A tales efectos, Belgrano libró oficio al alcalde de Santiago del Estero, Germán Lugones para que le proporcionara a la Sra. Inguanzo los auxilios necesarios para que cumpla con lo ordenado, todo con el objeto de conservar el orden, el respeto a la religión, y “el crédito a nuestra causa, que ha padecido sobremanera por la tolerancia de algunos Jefes y Magistrados en la consideración de esta clase de delitos”.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Santiago del Estero (1810/2010)”, pág. 40). 

 

 

 

San Martín y Belgrano, ambos en Santiago del Estero

En su viaje de Tucumán a Córdoba, en enero de 1814, San Martín se detuvo tres días en Santiago del Estero, adonde encontró una carta del Gral. Belgrano remitida desde Loreto. En la misiva, Belgrano le manifestaba su pesar por las dolencias, al tiempo que le recomendaba a sus parientes Pedro Carol y presbítero Pedro F. de Uriarte, para que lo asistieran. Un descendiente de la familia Carol nos informó que San Martín se alojó en la vivienda de la familia de Pedro Carol, ubicada en las calles 25 de Mayo y 9 de Julio.

A su vez, San Martín, estando en Santiago, escribió una carta a Belgrano en la que le advertía: “no puede Ud. ignorar que tiene enemigos y que así éstos como otros ociosos, se deleitan en sindicar cuanto Ud. haga, aún lo más indiferente”.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Santiago del Estero (1810/2010)”, pág. 41).  

 

La lucha de Santiago del Estero por su Autonomía provincial

El 28/8/1816, Belgrano propuso al Congreso la designación del Sgto. My. Gabino Ibáñez como Teniente Gobernador. Este asumió el 30 de agosto e informó a Belgrano del estado de convulsión política que reinaba en la provincia. El general inmediatamente pasó esa comunicación al Congreso, que la trató en reunión secreta.

Borges regresó de Salta y sublevó nuevamente al pueblo de Santiago del Estero, llegando a reunir un número considerable de seguidores. Preparó una segunda revolución separatista, que estalló el 10 de diciembre de 1816. En ella apresó y destituyó al Teniente Gobernador Ibáñez, a quien envió preso a Loreto, tras lo cual se hizo proclamar nuevamente Teniente Gobernador. Tras ello se dirigió al interior de la provincia para reclutar milicias.

Bernabé Aráoz, designado más adelante “presidente de la República del Tucumán, soberana e independiente”, le informó maliciosamente al Gral. Belgrano que Borges se había levantado en contra del Ejército de la Patria; que de acuerdo con el oriental Artigas no iba a obedecer al Congreso; que no pagarían las contribuciones y que fomentarían las montoneras.

Creyendo Belgrano, de esa manera, que Borges se levantaba contra él y su ejército, y que su movimiento tenía relación con los realistas del Alto Perú, impartió la orden al Cnel. Bustos (con su Regimiento nº 2), al Cnel. José M. Paz (con su escuadrón de Dragones), y al My. Aráoz de La Madrid, para que buscaran a Borges, lo persiguieran y detuvieran. Y para sofocar la sublevación se destinó a 200  infantes, 50 dragones y 2 piezas de artillería.

De modo que - como bien lo aclara A. Gargaro- lo que hizo Belgrano al ordenar su fusilamiento no fue otra cosa que cumplir con lo ordenado por ese Congreso.

En la sesión del Congreso de Tucumán, del 1º de enero de 1817, se conoció un comunicado que le enviara el Gral. Belgrano, informando que “la legión re-establecedora del orden enviada a Santiago del Estero bajo el mando de Aráoz de La Madrid, derrotó completamente al insurgente Borges y grupo de hombres que pudo seducir, el día 26 del pasado mes. Este hombre ha trabajado con el mayor empeño para proporcionarse este fin desastroso, lo ha conseguido, ojalá que le sirva de escarmiento a otros entes de igual calibre”.

Borges fue fusilado sin juicio ni defensa el 1º de enero de 1817. Sus restos reposan hoy en la Iglesia Catedral.

El tiempo y los hechos demostraron a Belgrano que se había equivocado, que el movimiento de Borges perseguía únicamente la autonomía provincial.

Este documento acredita que los miembros del Congreso de Tucumán se mantuvieron firmes en la decisión de fusilar a Borges y que La Madrid cumplió con una orden emanada del Gral. Belgrano.

Borges pagó con su vida los intentos separatistas de Santiago del Estero. Santiago perdió con él al precursor y apóstol de la revolución en el interior. Pudo ser un héroe de mayores proporciones, pero su trágica muerte malogró su brillante carrera y privó a Santiago de un líder.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Santiago del Estero (1810/2010)”, pág. 46/47)

 

Opinión de Belgrano sobre Borges

Estas son algunas opiniones de Belgrano, que hemos tomado de su correspondencia. 

  1. a) “Se acabó la convulsión en Córdoba, y el 10 a la noche empezó en Santiago del Estero, prendiendo al Teniente Gobernador y confinándolo a Loreto; ignoro las causas y factores” (carta de Belgrano a Manuel de Ulloa, del 16/12/1816).
  2. b) “Si Borges no me hubiese trastornado, ya le hubiéramos andado por otro lado” (a los realistas). … Deben salir pronto 8.000 cartuchos; no sé cómo andaremos de mulas con la diablura de Santiago … Borges fue preso y ya pagó sus delitos; Lugones me dicen que ha tirado por el Salado a pasarse al enemigo tal vez; era muy importante que Ud. ordenase se estuviera a la mira para agarrarlo; de Goncebat y Montenegro se dice que la han tirado para abajo, irán aumentar los bandidos de Santa Fe que han salido y robado 300 fusiles. ¿Y aun existirán los bribones incendiarios entre nosotros con ideas de pura teoría?” (carta de Belgrano a Güemes, del 3/01/1817).
  3. c) “Lugones y Goncebat aparecieron, me pidieron perdón y se los he concedido, pues a aquel lo alucinó a mi buen pariente Borges, que de Dios haya, y al segundo lo indujo por temor” (carta de Belgrano a Güemes, del 10/01/1817).

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de Santiago del Estero (1810/2010)”, pág. 49/50).

 

Belgrano y su familia materna santiagueña

                Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, nació en Buenos Aires el 3/6/1770. Era hijo de Domingo Francisco Belgrano y Peri y de María Josefa González Casero. Su padre fue un inmigrante italiano de la ciudad de Oneglia, sobre la costa de Liguria, quien primero se radicó en Cádiz, España, y luego en Buenos Aires, donde se dedicara al comercio. Ellos contrajeron matrimonio en 4/11/1757 en la iglesia de La Merced, de Buenos Aires.

                La familia materna y sus parientes santiagueños: Su bisabuela materna fue Da. Lucía de Islas y Alva Bravo de Zamora (n. 1693), santiagueña, loretana, que se casó con el gaditano Juan Guillermo (o Juan Alonso) González, y tuvieron cuatro hijos.

Ellos poseían una estancia llamada “El Yugo”, muy cerca de Loreto. Su abuelo materno fue Juan Manuel González Islas, loretano de nacimiento (n. 1715), que se casó  con María Inés Casero Ramírez y tuvieron dos hijos. 

Uno de ellos fue su madre, María Josefa González Casero, contrajo matrimonio con Domingo F. Belgrano, de Buenos Aires.

Atento que no había en el Virreinato parientes de la familia Belgrano, los únicos  familiares que nuestro General tuvo en esta tierra fueron los de la rama materna. Entre ellos podemos citar a Juan José Castelli (su primo segundo), y Juan Francisco Borges Urrejola (primo cuarto), Juan Felipe Ibarra y los hermanos Manuel y Antonino Taboada, sobrinos más lejanos (Bravo de Zamora, 2020:32,37,57,99; Castiglione, 2010:345; 2012:346, nota 440; 2012:391, nota 502; y Figueroa, 1927:78).

Juan José Castelli era nieto de Gregoria González Islas, hermana del abuelo de Belgrano, Juan Manuel González Islas.

Juan Francisco Borges descendía también del matrimonio entre Catalina Bravo de Zamora y Francisco de Alva (ellos son los tatarabuelos comunes de Belgrano, Castelli y Borges). Su hija Juliana Alva y Bravo de Zamora, se casó en 1682 con José de Islas, y son bisabuelos comunes de Belgrano  y Castelli).

Juan Felipe Ibarra descendía de Juan Bravo de Zamora y Vélez de Alcócer (n. 1630), cuyo bisnieto Francisco Javier de Ibarra y Bravo de Zamora, casado con Ana de Jerez y Calderón  tuvo a Felipe Matías de Ibarra, quien casado en 1752 con María Antonia de Paz y Figueroa (sobrina de la beata homónima) tuvieron en 1787 al gobernador santiagueño. Ibarra estuvo bajo las órdenes de Belgrano en el Ejército del Norte, participando las batallas de Las Piedras (ascendió a teniente), Tucumán y  Salta (ascendió a capitán), y en 1816 como Ayudante de Campo del Estado Mayor. El 16 de agosto de 1817, el General lo designó Comandante General de la línea de fortines del Salado, con base en Abipones.

Los hermanos Taboada: una hermana de J. F. Ibarra, Da. Águeda Ibarra y Paz y Figueroa, se casó con Leandro Taboada y fueron los padres de Manuel Taboada (el gobernador, n. 1817), Antonino Taboada (general, n. 1814), Gaspar Taboada (comerciante), Felipe Taboada (pintor, n. 1821) y otros.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Belgrano”, 2022, págs 19/29). 

 

Belgrano y el envío de oficiales realistas a Santiago del Estero

                Luego de los triunfos de Tucumán (1812) y Salta (1813), Belgrano tenía muchos oficiales realistas detenidos en Tucumán. Y es así como decidió enviarlos “confinados” a otras provincias.

                Para el tratamiento de los remitos a Santiago del Estero, emitió los siguientes documentos:

a.- Del Instituto Nacional Belgraniano, tomamos este documento de Belgrano:

Lugar y fecha: Tucumán, 13 de octubre de 1812.

Al Teniente de Gobernador, Lorenzo Gonzebat. 

Ref.: “Envío otra tanda de oficiales prisioneros hasta la ciudad de Sgo. del Estero”

Era la instrucción al comandante santiagueño y a Antonio Bazán, donde les indicaba expresamente que debían tomar las providencias a los efectos de que no les faltasen alimentos, lugar donde debían parar y que ningún individuo los insultara, sino que sean bien tratados en la carrera toda (el camino real). Y que si por algún efecto los expresados oficiales “no se condujeren como su honor les prescribe, se tomen las medidas que le dicte la prudencia para hacerse respetar y aun apremiando con la fuerza”.

b.- Del Archivo Histórico Provincial (Legajo 5, nº 62), tomamos este otro:

Resolución del Tte. de Gobernador Gabino Ibáñez, del 6/03/1819.

                “Por cuanto siendo preciso tomar providencia de precaución en estas circunstancias, poniendo en seguridad los Europeos remitidos a esta Jurisdicción por el Superior Gobierno, mayormente con el motivo de haber producido uno de ellos que si lo pasaban por las armas a Pedro Cathedra, de la misma clase que acababa de ejecutar un homicidio, verían las resultas en lo sucesivo; determiné se mantuviesen en arresto, hasta nueva providencia; por tanto, y siendo la que ahora debo tomar que es que den fianzas no solo de buena comportación, sino también de ser presentados a esta Tenencia dentro del término de tres horas inmediatamente de ser requeridos los fiadores, ordeno y mando se los ponga en libertad, luego que presenten dichas fianzas quedando responsables los otorgantes a la pena pecuniaria que se les imponga por su fianza en caso de que así lo verifiquen, lo que se les hará saber. Es lo que proveo, mando y firmo, yo dicho Teniente de Gobernador de Santiago del Estero, a los seis días del mes de marzo de 1819, con testigos a falta de escribano público. Do. Gabino Ibáñez, Mariano Eduardo de Torres”.

                Al pie se consignan los nombres de los españoles confinados en Santiago: Manuel Álvarez, Ignacio Fernández, Pedro Prieto, José Antonio García, Marcos Carrillo, José V. Marcos, José Ventura Torres, Pedro Cobacho y Antonio Suárez.

                Sirvieron de fiadores: a Fernández, Santiago de Palacio; a Álvarez, el padre Felipe Ferrando; a Pedro Cobacho, Pedro Prieto; a Marcos Carrillo, Juan Manuel Iramaín; a José V. Marcos, el cura vicario Manuel Frías; y a Antonio Suárez, Sebastián de Palacio (Figueroa, 1927:37).

                La fianza de los responsables nombrados se fijó en la suma de doscientos pesos.

Estos prisioneros, por orden del Gral. Belgrano, fueron confinados a nuestra provincia, como “peligrosos por ser personas de significación”. Ellos son los fundadores de las familias del mismo apellido, y como ya dijimos, nuestra familia -por vía materna- desciende del primero de ellos. Y de Marcos Carrillo, desciende el famoso Dr. Ramón Carrillo, que fuera el primer ministro de Salud del gobierno de Juan Perón (Castiglione, 2020:24; Castiglione, 2021:129; Figueroa, 1927:37).

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Belgrano”, 2022, págs 82/84). 

 

Estudio genealógico sobre Manuel Belgrano (su familia santiagueña)

                El investigador santiagueño Alberto Bravo de Zamora editó un interesante estudio genealógico que junto a datos familiares que poseemos provistos por otros autores, nos aclaran algunas sospechas que nosotros teníamos de antes, en el sentido de que muchas generaciones atrás, hacia el siglo XVII, hubo un antepasado común, tanto en el General Belgrano como en quien escribe la presente (Bravo de Zamora, 2020:32,37; Castiglione, 2012:346, nota 440).

                Sin perjuicio de lo que ya anticipáramos más arriba en el capítulo 3, de su familia y parientes, agregaremos que hacia el año 1560 nació en Sevilla, España, D. Lope Bravo de Zamora,  quien vino a América y se radicó en el Tucumán en 1580. El gobernador Gerónimo L. de Cabrera le otorgó la encomienda de indios de Mamblache, y en 1582 se radicó en Santiago del Estero. En 1606 se casó con María Bohórquez, con quien tuvo ocho hijos. Fue una persona destacada de su época.

Su hijo homónimo Lope Bravo de Zamora y Bohórquez (n. 1606) contrajo matrimonio con Da. Isabel Vélez de Alcocer y de ese matrimonio nacieron cinco hijos. El mayor fue Juan Bravo de Zamora y Vélez de Alcócer (n. 1630) y la segunda fue Catalina Bravo de Zamora y Vélez de Alcócer (n. 1634).

Rama “Belgrano”: Da. Catalina Bravo de Zamora y Alcocer (n. 1634), se casó con Francisco de Alva, caballero español, que ocupó importantes cargos en Sgo. del Estero. De ese hogar nació Juliana de Alva y Bravo de Zamora, quien a su vez se casó con D. José de Islas. Su hija Da. Lucía de Islas y Bravo de Zamora por su parte, se casó en Sgo. del Estero en 1713 con el gaditano D. Juan Alonso o Juan Guillermo González, y tuvieron dos hijos:  Gregoria González Islas, que es abuela de Juan José Castelli, y Juan Manuel González, que fue el abuelo Belgrano, ya que contrajo matrimonio con María Inés Casero Ramírez, la  hija de ellos, María Josefa González Casero (n. 1743), se casó el 4/11/1757, con Domingo F.  Belgrano, y fueron los padres de Manuel Belgrano (Alén Lascano, Bravo de Zamora, 2020:47).

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Belgrano”, 2022, págs 85/86).

 

El Gral. Belgrano y la medicina en Santiago del Estero:

Queremos dar a conocer una circunstancia particular en Santiago del Estero, que es poco conocida. En 1813, luego de las batallas de Tucumán y de Salta, en las que el ejército patriota al mando del Gral. Manuel Belgrano derrotó a las tropas realistas, del Gral. Pío Tristán, se tomaron  numerosos prisioneros, oficiales y soldados españoles.  

                Como Belgrano no quería tener tantos militares españoles rendidos en San Miguel de Tucumán, dispuso “confinarlos” en todas las ciudades del norte.

Los prisioneros realistas que fueron asignados a Santiago del Estero fueron: Manuel Álvarez, Marcos Carrillo, Pedro Cobacho, Ignacio Fernández, José A. García, Pedro Prieto, José Vicente Marcos, Antonio Suárez y José Ventura Torres (Castiglione, 2010:345).

                A cada uno de ellos se le asignó un “fiador” o responsable por sus conductas. El padre Felipe Ferrando fue el responsable del buen comportamiento de los oficiales Álvarez, Cobacho, Prieto y García; a Marcos Carrillo le asignaron a Juan M. Iramaín; y a Marcos y Torres, al padre Manuel de Frías.

Con el tiempo, se les dejó sin efecto esa supervisión o tutoría, y todos ellos constituyeron  sus respectivas familias casándose con criollas.

                Manuel Álvarez fue el abuelo del Dr. Antenor Álvarez. Marcos Carrillo fue el abuelo del Dr. Ramón Carrillo. Y José V. Marcos fue el abuelo del Dr. Pedro Tomás Marcos.

                Sin proponérselo, nuestro “Padre de la Patria” envió a nuestra provincia los antepasados de tres personas que años después serían destacados profesionales de la medicina santiagueña.

Fuente: (Castiglione, Antonio V.: “Historia de la Medicina en Santiago del Estero”, 2021, pág. 129).

 

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